jueves, 20 de febrero de 2014

ANTECEDENTES DE LAS FIBRAS TEXTILES



HISTORIA








Fibra es cada uno de los filamentos que, dispuestos en haces, entran en la composición de los 
hilos y tejidos, ya sean minerales, artificiales, vegetales o animales; fibra textil es la unidad de 
materia de todo textil. Las características de una fibra textil se concretan en su: flexibilidad, 
finura y gran longitud referida a su tamaño.

Las fibras que se emplearon en primer lugar en la historia del textil fueron las que la 

propia naturaleza ofrecía; pero aunque existen más de 500 fibras naturales, muy pocas 
son en realidad las que pueden utilizarse industrialmente, pues no todas las materias se 
pueden hilar, ni todos los pelos y fibras orgánicas son aprovechables para convertirlos 
en tejidos. El carácter textil de una materia ha de comprender las condiciones 
necesarias de resistencia, elasticidad, longitud, aspecto, finura, etc. En la naturaleza, y 
con la única excepción de la seda, las fibras tienen una longitud limitada, que puede 
variar desde 1 mm, en el caso de los asbestos, hasta los 350 mm de algunas clases de 
lanas, y las llamamos fibras discontinuas. Químicamente podemos fabricar fibras de 
longitud indefinida, que resultarían similares al hilo producido en el capullo del gusano 
de seda y que denominamos filamentos; estos filamentos son susceptibles de ser 
cortados para asemejarse a las fibras naturales (fibra cortada).









Los primeros intentos

El primer registro publicado de un intento de crear una fibra

artificial se llevó a cabo en 1664. El naturalista inglés Robert 

 Hooke sugirió la posibilidad de producir una fibra que sería "tan buena, o mejor" que la seda. Su objetivo seguiría siendo inalcanzable hasta más de dos siglos después. 




La primera patente de "seda artificial" fue concedida en Inglaterra en 1855 por un

químico suizo llamado Audemars. El disolvió la corteza fibrosa interior de un árbol de morera, modificándolo químicamente para producir celulosa. El formó hilos por inmersión de agujas en esta solución y atrayéndolos hacia fuera; pero nunca se le ocurrió a emular al gusano de seda extrudando el líquido de celulosa a través de un pequeño agujero. 



A principios de la década de 1880, Sir Joseph W. Swan, un químico Inglés y electricista, fue impulsado a la acción por la nueva lámpara eléctrica incandescente de Thomas Edison. Él experimentó forzando un líquido similar a la solución de Audemars a través de orificios finos en un baño de coagulación. Sus fibras trabajaban como filamento de carbono, y ellos encontraron uso en la invención de Edison.
También se le ocurrió a Swan que su filamento se podría utilizar para hacer textiles. En 1885 expuso en Londres algunos tejidos de punto de su nueva fibra hechos por su esposa. Pero las lámparas eléctricas seguía siendo su principal interés, y pronto abandonó su trabajo en aplicaciones textiles












Primera producción comercial


 
La primera producción a escala comercial de una fibra 


manufacturada fue alcanzado por el químico francés conde

 Hilaire de Chardonnet. En 1889, sus tejidos de "seda 

artificial" causaron sensación en la Exposición de París. Dos 

años más tarde se construyó la primera planta de rayón 

comercial en Besancon, Francia, y aseguró su fama como el 

"padre de la industria del rayón".

Varios intentos para producir "seda artificial" en los Estados 

Unidos se hicieron durante el 1900, pero ninguno fue un 

éxito comercial hasta que la American Viscose Company 

(Sociedad Americana de viscosa), formado por Samuel 

Courtaulds and Co. Ltd., comenzó la producción de su 

producción de rayón en 1910.

En 1893, Arthur D. Little de Boston, inventó otro producto 


celulósico (acetato) y lo desarrolló como una película. En 

1910, Camille y Henry Dreyfus estaban haciendo films para 

cine de acetato y artículos de tocador en Basilea, Suiza. 

Durante la Primera Guerra Mundial, ellos construyeron 

una planta en Inglaterra para producir dope de acetato de 

celulosa para alas de los aviones y otros productos 

comerciales. Al entrar en la guerra, el gobierno de Estados 

Unidos invitó a los hermanos Dreyfus para construir una 

planta en Maryland para hacer el producto para los aviones 

de guerra estadounidenses. El primer tejido comercial 

utilizando el acetato en forma de fibra fueron desarrolladas 

por la empresa Celanese en 1924.


Mientras tanto, la producción de rayón en EE.UU. aumentó 

para satisfacer la demanda creciente. A mediados de la 

década de 1920, los fabricantes de textiles podrían comprar

 la fibra por la mitad del precio de la seda cruda. Así 

comenzó la conquista gradual de las fibras artificiales en el 

mercado estadounidense.


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